La magistrada que participó del polémico documental durante el debate por la muerte de Maradona contrató nuevos abogados. Su objetivo es que el gobernador Axel Kicillof le acepte la renuncia.
La jueza Julieta Makintach, recientemente suspendida por grabar un documental clandestino durante el juicio por la muerte de Diego Maradona, atraviesa horas decisivas. Mientras avanza el proceso para un eventual jury de enjuiciamiento, la magistrada apuesta a que el gobernador Axel Kicillof acepte su renuncia presentada el 25 de junio y así evitar el juicio político que podría inhabilitarla de por vida.
En paralelo, Makintach cambió su estrategia de defensa y designó como abogado a Nicolás Urrutia, conocido por representar a Jésica Cirio, en un intento por sumar respaldo técnico, mediático y político
La Justicia había determinado que Gisella Dahiana Madrid sería la única imputada en afrontar un juicio por jurados. La cancelación de esta jornada está vinculada al escándalo de la jueza Julieta Makintach.
Sin embargo, fuentes cercanas al gobierno bonaerense aseguran que Kicillof no tiene intenciones, al menos por ahora, de aceptar su dimisión. El gobernador evalúa el caso en detalle y optó por dejar avanzar el proceso judicial.
La jueza, por su parte, prepara una presentación que no solo buscaría desligarse de la producción del documental, sino también involucrar a otros funcionarios. Según trascendió, aseguraría que tanto sus compañeros de tribunal como otras personas -posiblemente superiores- estaban al tanto de las grabaciones realizadas durante el juicio oral en San Isidro.
El futuro de Makintach queda ahora en manos del jury y de una definición política que aún no llega.