Allegados a la mujer aseguraron que no está contenta con el beneficio y aclararon que buscará justicia hasta el último día.
El exgobernador de Tucumán José Alperovich fue beneficiado con el arresto domiciliario, luego de haber sido condenado en 2024 a 16 años de prisión por violar a su sobrina, quien también se desempeñaba como su asistente. La decisión fue tomada por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°29 de la Ciudad de Buenos Aires, que ordenó que cumpla la medida en su departamento de Puerto Madero, lugar donde ocurrieron algunos de los abusos.
El tribunal impuso una caución real de $400 millones y la colocación de una tobillera electrónica, además de una serie de restricciones estrictas. Entre ellas, se le prohibió todo tipo de contacto con la denunciante y su entorno familiar, ya sea por medios personales, telefónicos, digitales o cualquier forma directa o indirecta. También deberá abstenerse de hacer menciones públicas que puedan afectarla.
El fallo deja en claro que la decisión no responde a razones humanitarias ni médicas. Las pericias oficiales determinaron que Alperovich no padece ninguna enfermedad incompatible con la prisión, y que no existe condición clínica que justifique el traslado por motivos de salud. La prisión domiciliaria fue concedida porque la condena aún no está firme y el imputado ya lleva más de un año detenido.
"Debe quedar claro que no voy a conceder el arresto domiciliario solicitado como un privilegio ni por compasión, sino como ejercicio legítimo de una atribución legal bajo condiciones de estricto control", advirtió el tribunal en su resolución.
La medida fue autorizada por el juez Juan Ramos Padilla, el mismo magistrado que lo condenó a 16 años de prisión por delitos sexuales. El exgobernador tucumano y exsenador nacional se encontraba preso desde mediados de junio de 2024 en el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza.
El exsenador cumplía su condena en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza, tras haberse entregado en mayo de 2023. Desde entonces, su defensa había solicitado en varias ocasiones el cambio de modalidad de detención, sin éxito.
Fuentes cercanas a la víctima confirmaron que no apelarán la decisión, aunque remarcaron que la joven "no está contenta" con la medida. Aseguran que su prioridad es recuperar la tranquilidad y seguir adelante con su vida.
"Ella no lo vive como un retroceso. Él sigue privado de su libertad, aunque sea con cama cómoda y agua caliente. Para ella, lo importante siempre fue la búsqueda de justicia", señaló una persona del entorno.
También destacaron que la resolución judicial fue clara en remarcar que la prisión domiciliaria no responde a cuestiones humanitarias ni a planteos defensivos. La justicia rechazó todos los pedidos anteriores que intentaban justificar el beneficio con argumentos médicos o por edad.
La causa contra Alperovich marcó un precedente judicial y político. El tribunal lo encontró culpable de múltiples hechos de abuso sexual agravado, seis de ellos con acceso carnal, cometidos en un contexto de subordinación, abuso de poder y vínculos familiares. La víctima denunció que los hechos ocurrieron entre 2017 y 2019, tanto en Tucumán como en la Ciudad de Buenos Aires.
Con esta decisión, la Justicia establece un régimen de detención domiciliaria con vigilancia electrónica y advertencia expresa de revocación inmediata ante cualquier incumplimiento. El caso sigue siendo seguido de cerca por organizaciones feministas y de derechos humanos, que exigen el cumplimiento estricto de las medidas de protección para la denunciante.