Entrevistado en el programa La Verdad al Aire, en MNews Radio, El Observador Mendoza 106.1, Sergio Saracco, médico toxicológico, explicó  a fondo qué es el fentanilo, cuáles son sus riesgos y cómo se vincula su uso con la reciente aparición de partidas contaminadas en hospitales de Argentina.

El caso que disparó la investigación policial se dio en una provincia del país, donde se secuestró una encomienda que contenía fentanilo y que fue retirada por una persona de nacionalidad chilena. En su domicilio se encontraron más dosis. El hallazgo encendió las alarmas sobre el posible ingreso y distribución ilegal de esta sustancia.

El Dr. Saracco detalló que el fentanilo médico se administra por vía intravenosa en pacientes con patologías graves que requieren un potente efecto analgésico. Su uso implica un monitoreo constante y suele ir acompañado de asistencia respiratoria mecánica.

Pero el problema comienza cuando esta sustancia se desvía de su uso terapéutico y aparece en las calles como droga ilegal. El "fentanilo callejero" escapa a todo tipo de control y se consume por sus efectos sobre los neurotransmisores cerebrales, especialmente la dopamina y la serotonina, asociadas al placer y al bienestar. El consumo recreativo genera una fuerte dependencia y efectos depresores sobre el sistema nervioso central, lo que puede provocar desde estados de inconsciencia hasta paros cardiorrespiratorios. Esto se refleja en imágenes registradas en ciudades estadounidenses, donde personas bajo su efecto deambulan como zombis o quedan completamente inmóviles.

Saracco señaló que este tipo de consumo puede terminar en muertes por broncoaspiración o colapsos respiratorios. Además, subrayó que el fentanilo no es el único ejemplo de un medicamento cuyo mal uso puede tener consecuencias fatales. El desvío de sustancias como la ketamina sigue la misma lógica de búsqueda del "placer químico".

En paralelo a los casos de tráfico ilegal, la Argentina se enfrenta a otra problemática vinculada al fentanilo: la aparición de partidas contaminadas utilizadas en centros asistenciales. Desde abril, se investigan 34 muertes que podrían estar relacionadas con una tanda defectuosa distribuida por un laboratorio de Buenos Aires. Según Saracco, las primeras señales surgieron en un hospital privado de La Plata, donde pacientes en terapia intensiva desarrollaron infecciones graves sin causa aparente. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) intervino y suspendió la distribución del lote sospechoso.

Análisis posteriores realizados por el Instituto Malbrán detectaron la presencia de bacterias peligrosas como Klebsiella pneumoniae en los viales, lo cual indicaría un problema en la cadena de producción. Las autoridades investigan si se trató de una falla técnica o de una contaminación intencional.

Durante la entrevista, el Dr. Saracco también alertó sobre otra amenaza silenciosa: el vapeo. Señaló que los cigarrillos electrónicos fueron impulsados por la industria tabacalera como una supuesta herramienta de reducción de daño, pero en realidad no cuentan con la aprobación de organismos internacionales como la OMS, la FDA o la ANMAT. Estos dispositivos no emiten humo de tabaco, pero sí vapores con glicoles y metales pesados que dañan las vías respiratorias, la piel y pueden provocar enfermedades a largo plazo.

Además, los vapers contienen nicotina, lo que refuerza el hábito de fumar y perpetúa la dependencia. "El vapeo es una trampa que normaliza el consumo y vuelve a enganchar a las personas en el circuito del tabaquismo", advirtió Saracco.

El caso del fentanilo, tanto en su versión callejera como en su uso médico mal gestionado, y la creciente banalización del vapeo en jóvenes, configuran un escenario preocupante para la salud pública en Argentina y el mundo.