Sector de la carne pide eliminación de aporte para publicidad: "El mercado interno paga para que se publicite la carne en el exterior"
Jose Rizzo, presidente de la Cámara de Abastecedores de Carne de Mendoza.se refirió al pedido formal al Gobierno Nacional para que se elimine el aporte obligatorio al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
Miercoles, 21 de Mayo de 2025
Entrevistado en el programa La Verdad al Aire, en MNews Radio, El Observador Mendoza 106.1, Jose Rizzo, presidente de la Cámara de Abastecedores de Carne de Mendoza.se refirió al pedido formal al Gobierno Nacional para que se elimine el aporte obligatorio al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Según explicaron desde la entidad, el canon -que actualmente es de $385 por cabeza faenada- representa un costo adicional que recae sobre el mercado interno sin aportar beneficios concretos al sector abastecedor.
El reclamo se fundamenta en que dicho aporte se utiliza principalmente para campañas de promoción internacional de la carne vacuna, actividad que beneficia exclusivamente a los frigoríficos exportadores. Por este motivo, desde la Cámara proponen que el pago sea voluntario o, en su defecto, que quede a cargo únicamente de quienes exportan carne.
Desde el sector aseguran que este costo, aunque pequeño en términos individuales, se vuelve significativo al trasladarse al volumen nacional. Además, remarcaron que no incide en el precio final al consumidor, ya que su impacto por kilo de carne es ínfimo. Sin embargo, en casos donde un mismo actor es productor y abastecedor, el canon se paga por partida doble, lo que agrava aún más la carga financiera.
El documento con la solicitud fue enviado al Ministerio de Economía para que defina si el aporte al IPCVA seguirá siendo obligatorio o no. Hasta el momento, no se ha recibido una respuesta oficial.
En cuanto a la evolución de los precios, desde la Cámara explicaron que las últimas subas de la carne vacuna obedecen a una baja en la oferta, producto de las sequías sufridas en años anteriores. La escasez de terneros limitó el ingreso de hacienda a los feedlots, lo que redujo la oferta disponible en el mercado. A pesar de ello, el precio se ha mantenido relativamente estable debido a una demanda interna deprimida, que presiona a la baja.
El consumo de carne vacuna también ha disminuido como consecuencia del contexto económico. Los consumidores están optando por proteínas más accesibles como el pollo y el cerdo, lo que contribuye a mantener contenida la demanda de carne bovina.
Desde la Cámara de Matarifes estiman que si la oferta se normaliza en los próximos meses, los precios podrían sostenerse sin grandes variaciones. Atribuyen la estabilidad actual al equilibrio entre una oferta limitada y una demanda retraída, y descartan subas significativas en el corto plazo si se mantiene esa dinámica.
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