La medida fue anunciada el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo. Maíz, girasol, soja y sorgo vuelven a tener derechos de exportación más altos a partir de julio.
El Gobierno de Javier Milei anunció este martes la extensión de la baja de retenciones para el trigo y la cebada hasta el 31 de marzo de 2026, en una medida que fue bien recibida por las entidades agropecuarias. Sin embargo, desde la Mesa de Enlace insistieron en que la rebaja debe ampliarse a otros cultivos, como la soja, el maíz y el girasol, cuya exención parcial vence el próximo 30 de junio.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, valoró la decisión, pero reiteró una postura histórica del sector: "Las retenciones son un impuesto que frena las inversiones en el sector y no generan desarrollo económico". Y agregó: "Esta rebaja debe ir al 0%".
Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), su titular Carlos Castagnani celebró la prórroga para la cosecha fina, aunque consideró que es necesario extenderla también a la cosecha gruesa. "Es un reclamo que veníamos haciendo desde hace mucho tiempo. Es necesario por la situación actual de bajos precios internacionales", afirmó.
La medida se conoció a través de las redes sociales del ministro de Economía, Luis Caputo, en un contexto clave para el sector agrícola: la inminente siembra de la fina. La titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Andrea Sarnari, destacó la importancia del anuncio, aunque advirtió que por ahora se trata de una política transitoria. "Los productores necesitamos que las retenciones, que son el peor de los tributos, sean eliminadas gradual o totalmente, pero de manera definitiva", sostuvo.
El anuncio fue realizado por Luis Caputo, ministro de Economía, quien confirmó que la medida se mantendrá vigente hasta el 31 de marzo de 2026, buscando impulsar la economía con el ingreso de divisas.
En línea con sus pares, Sarnari remarcó la necesidad de avanzar con medidas de largo plazo. "Los productores no tenemos rentabilidad en este escenario de altos costos y precios internacionales deprimidos", explicó. Además, advirtió que los pequeños y medianos productores están en una situación crítica: "Estamos en riesgo. Si no se avanza en este sentido, el entramado productivo que sostiene al interior puede verse gravemente afectado".
Desde las Bolsas de Cereales de Bahía Blanca, Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos, y las Bolsas de Comercio de Rosario, Santa Fe y Chaco también expresaron su satisfacción por la medida, aunque coincidieron en la necesidad de que las mejoras se extiendan al resto de los cultivos.
Por su parte, el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, respaldó firmemente la decisión del Gobierno. "Celebramos efusivamente esta decisión. La previsión y certeza hacia el futuro es lo que va a dar mayor volumen de trabajo a toda la exportación agroindustrial, que es la que fortalecerá el superávit fiscal", afirmó.
Con 40 días por delante hasta la fecha límite del 30 de junio, las entidades rurales buscarán incidir para que el alivio fiscal se extienda también a los cultivos de la cosecha gruesa. En ese sentido, el campo mira de cerca las señales del Gobierno, que, aunque comprometido con el superávit fiscal, también ha mostrado voluntad de avanzar en medidas que mejoren la competitividad del sector agroexportador.