Detalles del informe forense revelan nuevos aspectos sobre las horas previas al fallecimiento del Diez.
Este jueves, en el marco del juicio por la muerte de Diego Maradona, declararon los médicos Carlos Mauricio Cassinelli y Federico Corasaniti, quienes estuvieron a cargo de la autopsia realizada en la morgue de San Fernando. Durante sus testimonios, se conocieron nuevos detalles sobre el informe forense y las condiciones en las que se encontraba el cuerpo de Maradona, lo que llevó a varias revelaciones impactantes.
El primer testigo en declarar fue Carlos Cassinelli, quien en noviembre de 2020 era director de Medicina Legal de la Superintendencia de la Policía Científica. Cassinelli explicó que, el 25 de noviembre de 2020, llegó a la casa de Maradona en el country San Andrés, Tigre, alrededor de las 15:00. En su declaración, detalló que el cuerpo de Maradona fue encontrado en una habitación con aire acondicionado y ventilador, y que, tras las primeras revisiones, se estimó que el fallecimiento ocurrió seis horas antes.
Sin embargo, tras la autopsia realizada a las 19:00 de ese mismo día, Cassinelli indicó que, una vez que el cuerpo alcanzó su temperatura normal, se observó que la rigidez cadavérica era mayor de lo que se había anticipado. Esto llevó a ajustar la estimación de la hora de la muerte, que el forense situó entre las 9:00 y las 12:00 del mediodía del 25 de noviembre.
La hija de Diego contó que se enteró de su fallecimiento por la radio. En su testimonio, también complicó al médico personal del Diez, quien se opuso a que lo lleven a una clínica de rehabilitación.
Cassinelli también reveló que Maradona podría haber sufrido hasta "12 horas de agonía", ya que, según su testimonio, nadie lo habría revisado durante la noche del 24 de noviembre. En cuanto a la condición del cuerpo, el médico mencionó que Maradona tenía acumulación de líquidos en varias partes, como los pulmones y el abdomen, lo que, según Cassinelli, era un cuadro previsible que se había ido acumulando durante los días previos. "Sacamos 4 litros y medio de agua de los órganos", señaló.
El médico también detalló que el corazón de Maradona estaba agrandado, casi el doble del tamaño normal, y confirmó que la causa del fallecimiento fue un edema agudo de pulmón, junto con una insuficiencia cardíaca. Además, indicó que el diagnóstico de Maradona fue cirrosis hepática, pero aclaró que no se detectaron toxinas ni alcohol en los análisis de orina.
La declaración de Cassinelli contrastó con la versión del equipo médico de Maradona, que sostiene haberlo atendido durante la mañana del 25 de noviembre.
Por su parte, Federico Corasaniti, jefe del Cuerpo Médico de San Isidro y también encargado de la autopsia, coincidió con las conclusiones de Cassinelli. Corasaniti explicó que al llegar a la casa de Maradona, encontró un cuerpo "edematizado" y con la mandíbula rígida. Además, señaló que había un "falso hongo de espuma en la boca", lo que indicaba problemas respiratorios.
Se trata de Julio Coria, quien estaba en la casa del barrio San Andrés el día del fallecimiento. La aprehensión se debió a dos contradicciones fundamentales en su declaración.
El médico añadió que el corazón de Maradona presentaba coágulos, lo que permitió determinar que el exfutbolista habría agonizado durante varias horas. Corasaniti también destacó que Maradona debió haber estado lidiando con dificultades para respirar debido al edema generalizado. "Esto no fue un cuadro súbito. Probablemente estuvo así durante días", aseguró el forense.
El juicio por la muerte de Diego Maradona continuará el próximo martes, con la declaración de más testigos, mientras la investigación sigue arrojando nuevos detalles sobre los últimos días del Diez.