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Ibuprofeno, paracetamol o aspirina: cómo usarlos con seguridad y eficacia

Siempre hay que intentar averiguar qué es lo que provoca el dolor. Cuál elegir, cómo tomarlo y que hay que tener en cuenta según los expertos.

Miercoles, 27 de Noviembre de 2024
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Los analgésicos que se venden sin receta médica se pueden encontrar en cualquier farmacia. Los más utilizados son el ibuprofeno, el paracetamol y la aspirina.

Pero el hecho de que sean fáciles de conseguir no significa que no se deba tener cuidado al tomarlos. Uno puede funcionar mejor para que otros, según la persona, y algunas deberían evitar ciertos analgésicos por completo. Un especialista en analgésicos y un farmacéutico brindan algunas ideas:

¿Es mejor esperar o tomar un analgésico inmediatamente cuando aparece el dolor?

Esto depende de la persona y de su situación particular de dolor. Sin embargo, en términos generales, "cuanto antes se actúe, más efectivas serán las dosis pequeñas", afirma el Dr. Michael Überall, vicepresidente de la Asociación Alemana del Dolor (DGS) y presidente de la Liga Alemana del Dolor, una organización de pacientes con dolor crónico.

Se recomienda abstenerse de tomar analgésicos si el dolor es tolerable y no interfiere especialmente con la vida diaria, si el dolor desaparece al cabo de un tiempo o si no se han probado otras formas de alivio, como técnicas de relajación.

Si es necesario tomar analgésicos, hay que respetar la dosis, la frecuencia y la duración recomendadas, ya que solo así es seguro. "De lo contrario, pueden producirse efectos secundarios importantes", advierte Überall.

Y siempre hay que intentar averiguar qué es lo que provoca el dolor. "El dolor es una señal del cuerpo y no la causa en sí", comenta Ursula Funke, vicepresidenta de la Cámara Federal Alemana de Farmacéuticos (BAK) y directora de una farmacia en Wiesbaden (Alemania).

Puede ser una buena idea tomar un analgésico para el dolor causado por una operación reciente de rodilla, por ejemplo, o por un problema dental por el que hayas pedido cita con el dentista, dice.

¿Cómo actúan los analgésicos?

Según explica Funk, el dolor se siente cuando ciertos mensajeros químicos se acoplan a los receptores de las células nerviosas pertinentes, que luego transmiten la señal de dolor al cerebro. Los analgésicos bloquean estos receptores. "Es como un coche que va a un aparcamiento y se encuentra con que ya está lleno", explica.

Si los mensajeros del dolor no pueden estacionar, no hay sensación de dolor. El tipo de dolor no importa, ya que el analgésico no sabe, por supuesto, si se tomó para aliviar un dolor de muelas, un dolor de espalda, un dolor de cabeza por resaca o cualquier otra cosa.

El efecto deseado siempre conlleva posibles efectos secundarios no deseados. El ibuprofeno y la aspirina, que son antiinflamatorios, pueden alterar la función renal y la producción de moco gástrico protector, aumentar la presión arterial y desactivar las plaquetas sanguíneas, que son fundamentales para detener las hemorragias, dice Überall.

El paracetamol, que no es antiinflamatorio, "no hace nada de esto", añade, "pero tiene un metabolito potencialmente tóxico producido en el hígado".

¿Qué pastilla contra el dolor deberías elegir?

La primera opción, coinciden Überall y Funke, es el ibuprofeno. "Es eficaz en la mayoría de los casos y tiene el mejor perfil de seguridad", afirma Überall. Aunque la aspirina actúa más rápido (ya que se absorbe principalmente en el estómago, no en el intestino delgado), su efecto adverso sobre las plaquetas dura considerablemente más.

Por otro lado, si tomar ibuprofeno produce efectos secundarios no deseados, como problemas estomacales, es mejor que optes por el paracetamol. Lo mismo ocurre si tienes la presión arterial alta o tomas anticoagulantes.

Funke también recomienda paracetamol para la fiebre, aunque hay que tener cuidado con los posibles daños al hígado: "Consulta con tu médico o farmacéutico".

¿Para quiénes están desaconsejados ciertos analgésicos?

"Las mujeres embarazadas deben evitar todos los analgésicos durante el primer trimestre", dice Funke. Y durante el tercer trimestre, el único analgésico de venta libre que deben tomar es paracetamol, ya que no es antiinflamatorio.

"Los medicamentos antiinflamatorios pueden alterar el sistema circulatorio del feto", señala Überall, lo que puede provocar un parto prematuro o dañar al niño en el útero.

Si lo que tienes es un dolor de cabeza por resaca, el paracetamol no es la opción adecuada. "El alcohol sobrecarga el hígado y el paracetamol sólo lo empeora", señala Funke.

Y dice que a los niños menores de 12 años no se les debe dar aspirina, porque "puede desencadenar el síndrome de Reye, una enfermedad peligrosa" que causa hinchazón en el hígado y el cerebro.

¿Qué puedo hacer para que una pastilla para el dolor funcione lo más rápido posible?

El ibuprofeno y el paracetamol deben ser transportados fuera del estómago antes de que hagan efecto. Por lo tanto, si el estómago está vacío, el comprimido no tendrá que permanecer un tiempo en una masa de alimentos parcialmente digeridos y podrá llegar más rápidamente al intestino delgado, su principal lugar de absorción.

Sin embargo, si tienes el estómago sensible, Funke recomienda que comas algo junto con el comprimido. "Lo más importante es beber mucha agua cuando lo tomes".

Y lo mejor es que el agua esté tibia. "El estómago no libera los alimentos y líquidos hacia los intestinos hasta que están a la temperatura corporal", explica Überall. "Por lo tanto, si bebes agua fría, la pastilla permanecerá en tu estómago hasta que éste la caliente y luego la envíe a otro lugar".

La posición del cuerpo también puede influir. "La mayoría de las personas tienen la salida del estómago hacia el lado derecho", afirma Überall. Si tiene la oportunidad de recostarse sobre el lado derecho después de tomar el analgésico, "el contenido del estómago presionará contra la salida, lo que es una señal de transporte para el estómago".

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