Es algo así como afeitarse la cara, solo que hay un bisturí y no una navaja de afeitar. Pero como cualquier procedimiento, no está exento de riesgos ni efectos secundarios.
El dermaplaning es una técnica de exfoliación facial que se popularizó en los últimos años, especialmente en redes sociales. Utilizando un bisturí quirúrgico, este tratamiento promete una piel más suave, luminosa y libre de impurezas. Sin embargo, su efectividad y seguridad han sido puestas en duda por algunos dermatólogos, que advierten sobre sus riesgos y desaconsejan su uso.
Según la doctora Dagné Pupo, máster en Medicina Estética por la Universidad de las Islas Baleares, el dermaplaning realiza una "exfoliación mecánica", eliminando grasa y vello facial y mejorando la absorción de otros productos faciales.
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El dermaplaning es una adaptación del rasurado milenario japonés 'Kao Sori' -que se realiza en seco-. Este procedimiento se une a la larga lista de tendencias de belleza que provienen del continente asiático y se popularizan en Europa.
El vello de las mujeres asiáticas es distinto que el de las caucásicas y afro, por lo que la posibilidad de un rebrote de vello y la posibilidad de que su crecimiento sea más grueso y rápido, puede variar de una mujer a otra.
"Se trata de un procedimiento que requiere técnica y experiencia", afirma la doctora Arantxa Arana, dermatóloga de la clínica Dra. Pérez Sevilla. "Ahora mismo, hay diferentes marcas cosméticas que han lanzado su propio kit de dermaplaning para usar en casa: son dos cuchillas muy finitas que no resultan excesivamente afiladas", comenta la doctora y continúa, "al ser cuchillas, si no se tienen las precauciones necesarias, siempre está el riesgo de infección y de heridas".
"En casa no se puede hacer", asegura la doctora Irene Bermejo (M.N. 60.438) dermatóloga experta en láser. "Lo que hacés con el dermaplaning es remover células muertas, es decir afinar capa córnea para que no esté tan engrosada y entonces lográs poner menos ácido y menos irritación".
De acuerdo a la Asociación Americana de Cirugía Plástica, el objetivo del dermaplaning es ayudar a renovar las capas superiores de la piel a través de un método de raspado quirúrgico controlado. "Los tratamientos suavizan los bordes afilados de las irregularidades de la superficie, dando a la piel una apariencia más suave".
La doctora Bermejo afirma que se indica para todo tipo de piel porque "lo que estás haciendo ahí es mantener un estrato córneo adecuado, con una cantidad de hilera de células que son cuatro en general adecuadas, lo cual siempre te dan una piel más brillante, más luminosa y más sedosa".
Aunque el dermaplaning gana popularidad por sus resultados inmediatos y su falta de productos químicos, existen otras opciones de exfoliación más seguras y científicamente respaldadas. La exfoliación química, por ejemplo, utiliza productos que eliminan las células muertas a lo largo de varios días, y la microdermoabrasión emplea tecnología avanzada para limpiar los poros sin el uso de cuchillas. Según los expertos, estas alternativas pueden ser más adecuadas y menos riesgos.
Por ello, antes de optar por el dermaplaning, es importante consultar con un dermatólogo y asegurarse de que la técnica sea la más adecuada según el tipo de piel.