Dormir es una necesidad fisiológica que se refleja en la salud y en el desarrollo de las personas, aunque muchos desconozcan el impacto que tiene.
Tener un buen descanso es una de las claves para una vida saludable, ya que el sueño de calidad brinda beneficios en la memoria, la respuesta inmune, el control metabólico y la salud mental, mientras que, por el contrario, el escaso tiempo de sueño o condiciones inadecuadas para dormir pueden repercutir de manera negativa en estos procesos.
"Sabemos que en la Argentina como también a nivel global más del 50% de las personas duermen mal. Además, en las últimas décadas hemos visto que las exigencias sociales y laborales impactan en el descanso cotidiano y las personas duermen menos, lo cual se traduce en una privación crónica de sueño", sostuvo la Dra. Sofía Luján (M.N. 158.453) de la Unidad de Medicina del Sueño de Fleni.
Existen distintos trastornos del sueño que de acuerdo a su severidad pueden expresarse con síntomas nocturnos y/o diurnos. A su vez, una gran cantidad de enfermedades clínicas se asocian a trastornos del sueño, como por ejemplo, las apneas en pacientes que presentan síndrome metabólico. Además, debemos tener en cuenta que algunos medicamentos, principalmente aquellos administrados en horario nocturno, pueden afectar el sueño.
Uno de los síntomas más frecuentes de los trastornos de sueño es la excesiva somnolencia diurna, o cuando la persona se queda dormida en situaciones habituales lo cual puede incrementar el riesgo de accidentes de tránsito. La especialista explica que, ante la presencia de síntomas que nos hagan sospechar alteraciones del sueño, podemos recurrir a una polisomnografia nocturna con oximetría, para poder arribar a un correcto diagnóstico y focalizar la terapéutica. "Los hábitos y rutinas son una de las piezas fundamentales para lograr un buen descanso. Son objetivos alcanzables, pero es importante no perder de vista que los cambios deben ser graduales, para poder mantenerlos en el tiempo", concluyó.
Por Mohana Ravindranath | Los científicos no saben a ciencia cierta por qué se desarrollan síntomas que no se había tenido nunca antes. Pero hay varias causas posibles.