En busca de la verdad
En busca de la verdad
El jefe de Estado quiere que las empresas puedan rubricar nuevos convenios colectivos sin pasar por los gremios. Un articulado que apunta a Camioneros.
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El presidente Javier Milei avanzará con una reforma laboral que, además de modificar la ultraactividad, los bloqueos y las indemnizaciones, incluye ahora una pieza hecha a medida de Hugo Moyano. En la Casa Rosada ya la bautizaron "la cláusula Moyano" y apunta a vaciar de poder al histórico jefe de Camioneros.
Según pudo reconstruir El Observador, esa cláusula se incorporó en el tramo final de la redacción del proyecto, cuando ya estaban cerrados los otros núcleos de la reforma: el fin de la ultraactividad de los convenios colectivos, las sanciones a los bloqueos sindicales y el esquema alternativo al actual sistema de indemnizaciones. La novedad ahora es que el Ejecutivo decidió avanzar sobre el corazón del poder de Moyano: la capacidad de imponer su convenio como vara obligatoria para cualquier empresa de transporte.
Javier Milei acelera en su pelea contra Hugo Moyano y Camioneros
¿Qué hace, en la práctica, la "cláusula Moyano"? Permite que un determinado convenio prevalezca sobre otro, incluso si las condiciones que fija no son iguales o mejores que las del convenio preexistente. Es decir, habilita que se negocien convenios nuevos independientemente de los vigentes, sin la obligación de respetar el piso del viejo acuerdo. Traducido al idioma político: abre la puerta a convenios por empresa que puedan descolgarse del marco general de Camioneros.
"Si vos mañana abrís una empresa de transporte podés hacer un convenio con tus empleados y no usar el convenio de Moyano", le dijo a El Observador una fuente que participó de la redacción del proyecto. El ejemplo no es inocente. Hasta ahora, cualquier jugador que quisiera entrar al negocio del transporte de cargas sabía que, tarde o temprano, quedaba atrapado en la lógica del sindicato de Moyano. El proyecto busca romper precisamente ese cerrojo y ofrecer una alternativa jurídica para que nuevos actores negocien por fuera de ese paraguas.
Javier Milei incluyó la "cláusula Hugo Moyano" en la reforma laboral para debilitar a Camioneros.
La reforma laboral que tiene en mente Javier Milei
En el oficialismo lo leen como un movimiento con doble objetivo. Por un lado, enviar una señal clara al empresariado que viene pidiendo hace años salir del "corset" de ciertos convenios considerados caros o rígidos. Por el otro, demostrar que el relato libertario de "terminar con los privilegios de los sindicatos" no quedará solo en gestos hacia la CGT, sino que avanzará sobre nombres propios que simbolizan al viejo esquema sindical, con Moyano en el podio.
La cláusula, sin embargo, abre un frente delicado en la negociación política. La reforma laboral ya generaba ruido entre gobernadores dialoguistas y empresarios por la falta de precisiones, y ahora suma un ingrediente que puede tensar la relación con parte del peronismo y del sindicalismo que el Gobierno necesita, al menos, neutralizado. En el entorno de Milei creen que el costo vale la pena: si la cláusula se mantiene, el Ejecutivo podrá mostrar que tocó uno de los "intocables" del sistema.
Javier Milei incluyó la "cláusula Hugo Moyano" en la reforma laboral para debilitar a Camioneros.
Los otros puntos clave de la reforma laboral que piensa Javier Milei
En los gremios, la letra todavía se analiza con cautela, pero el mensaje de fondo está claro. Si un convenio nuevo puede prevalecer sobre otro sin obligación de ser más beneficioso para el trabajador, el poder de tracción de los grandes sindicatos de rama empieza a erosionarse. En el caso de Camioneros, el riesgo para Moyano es que empresas medianas y nuevas firmas de logística empiecen a buscar atajos para reducir costos laborales sin tener que sentarse en la misma mesa que él.
El Gobierno, por ahora, evita presentarla públicamente como un artículo anti-Moyano. En los borradores que circulan no aparece con ese rótulo y se la encuadra dentro de un capítulo más amplio de "modernización de la negociación colectiva". Pero en Balcarce 50 nadie se esfuerza demasiado en disimular el espíritu del texto. De hecho, la forma en que se la menciona puertas adentro -"la cláusula Moyano"- termina de ordenar la lectura política: es una jugada directa al corazón de uno de los actores más poderosos del mapa gremial.
Javier Milei incluyó la "cláusula Hugo Moyano" en la reforma laboral para debilitar a Camioneros.
El punto se enlaza, además, con el resto de la arquitectura de la reforma laboral. El fin de la ultraactividad obliga a la CGT a renegociar convenios vencidos en lugar de sostenerlos indefinidamente. La tipificación del bloqueo como infracción grave apunta a limitar una de las herramientas más usadas por algunos sindicatos para presionar empresas. El nuevo esquema indemnizatorio intenta dar previsibilidad a los despidos. Sobre ese andamiaje, la "cláusula Moyano" aparece como el ladrillo destinado a horadar el poder de los gremios más duros en sectores clave.
En el Congreso, la discusión promete ser áspera. Los bloques dialoguistas que venían dispuestos a estudiar los cambios en ultraactividad y bloqueos con cierta apertura podrían encontrar en esta cláusula un límite político, sobre todo en provincias donde Camioneros tiene peso territorial y los gobernadores prefieren evitar un conflicto frontal con Moyano. La estrategia del oficialismo será presentar la norma no como una vendetta personal, sino como una herramienta para favorecer el empleo y la competencia en un sector marcado por fuertes barreras de entrada.
Moyano, mientras tanto, seguirá siendo un actor central en el tablero que arma Milei. Para el Presidente, mostrar que está dispuesto a enfrentar a uno de los símbolos del sindicalismo tradicional forma parte de su narrativa de "casta" y de su apuesta de alto riesgo en la reforma laboral. Lo que se definirá en las próximas semanas, entre despachos oficiales y despachos legislativos, es si esa "cláusula Moyano" llega viva al recinto o se convierte en una de las primeras fichas de negociación que el Gobierno esté dispuesto a entregar para salvar el resto del proyecto.
Con la sanción de los proyectos que impulsa el Gobierno en el Congreso como prioridad en el corto plazo, el Presidente y su hermana Karina ya piensan en la manera de lograr un segundo mandato. El plan de la Casa Rosada.
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