Diputados opositores forzaron la firma en comisión para llevar el Presupuesto al recinto, pero La Libertad Avanza sorprendió con 21 firmas y se aseguró el dictamen de mayoría. Con apoyos del PRO, parte de la UCR y bloques provinciales, el Gobierno gana tiempo para atar acuerdos con gobernadores y ordenar el paquete de reformas.
La oposición de la Cámara de Diputados aceleró la firma de dictámenes del Presupuesto 2026 con la idea de impedir que el Gobierno postergara el debate para después del recambio legislativo. Sin embargo, el oficialismo logró un movimiento clave: reunió 21 firmas en la Comisión de Presupuesto y Hacienda -una más que Unión por la Patria- y se quedó con el despacho de mayoría, un resultado que tomó por sorpresa a sus adversarios.
El operativo articuló la alianza de hecho entre La Libertad Avanza y el PRO, con guiños de la UCR y el aporte de diputados provinciales cercanos a los gobernadores de Misiones (Hugo Passalacqua), Salta (Gustavo Sáenz) y San Juan (Marcelo Orrego). En ese esquema, sobresalió el rol de Diego Santilli, todavía diputado del PRO y designado ministro del Interior, quien activó conversaciones con mandatarios y legisladores para asegurar las firmas.
Del lado opositor, Encuentro Federal presentó un dictamen propio -déficit cero con superávit de 0,89%, refuerzos a universidades, el Hospital Garrahan y el área de discapacidad- que cosechó seis firmas. Unión por la Patria reunió 20. Con el despacho de mayoría, el oficialismo no frenó la avanzada, pero ganó tiempo para intentar llevar el Presupuesto al 10 de diciembre y usarlo como llave de negociación con las provincias de cara a la reforma laboral y tributaria.
La estrategia no está exenta de riesgos. Con los dictámenes firmados, cualquier bloque puede intentar convocar al recinto antes del recambio y forzar el debate. El período de sesiones ordinarias termina el 30 de noviembre, y en la oposición barajan apurar el tratamiento si consiguen quórum (129). El Gobierno, por su parte, prepara un llamado a sesiones extraordinarias en diciembre: según adelantó Santilli, el Presupuesto sería "lo primero" del temario.
La batalla se libra voto a voto. Para el oficialismo, el Presupuesto es menos un plan de gestión que una herramienta de alineamiento político: del reparto de fondos que se fijen para las provincias dependerá, en gran medida, el apoyo de diputados referenciados en sus gobernadores a la modernización laboral y la reforma tributaria. Hasta entonces, ambos bandos se mantendrán en guardia: la oposición busca anticipar la sesión; el oficialismo, estirar los tiempos y cerrar acuerdos para llegar mejor parado a las votaciones clave de fin de año.