El nuevo mandatario prometió un cambio de rumbo, tanto en el plano económico como en el institucional.
La periodista boliviana Paola Andrea Saavedra analizó en diálogo con Mnews Radio El Observador Mendoza, el escenario que atraviesa Bolivia tras la asunción del presidente Rodrigo Paz Pereira, quien marcó un giro político luego de dos décadas de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS). El nuevo mandatario prometió un cambio de rumbo, tanto en el plano económico como en el institucional, y comenzó su gestión con medidas inmediatas destinadas a normalizar el abastecimiento de combustibles.
Saavedra destacó que la primera acción concreta del presidente fue el ingreso de 900 cisternas con 10 litros de gasolina cada una a distintos puntos del país. "Ayer lo vimos comandando un convoy de camiones que entraron por diferentes fronteras y hoy no hay filas en las estaciones de servicio", explicó. La normalización del suministro de combustible fue una de las principales demandas sociales, tras meses de escasez que paralizaron parte de la economía boliviana.
Pese al alivio inicial, la periodista advirtió que el país se enfrenta a un ajuste económico profundo. "Vienen medidas antipopulares que el gobierno tendrá que manejar con cautela", señaló, en referencia a la inflación, la falta de divisas y el desabastecimiento que marcaron los últimos años.
Hasta la llegada del nuevo gobierno, Bolivia padecía la peor crisis económica de las últimas cuatro décadas: inflación elevada, escasez de alimentos y combustibles, y un dólar paralelo que llegó a duplicar el valor oficial. Según Saavedra, "el tipo de cambio paralelo alcanzó los 20 bolivianos por dólar, mientras el oficial era de 6,96".
La comunicadora subrayó la necesidad de reformas en el sistema judicial y en la política de hidrocarburos, áreas consideradas críticas. "La justicia se había convertido en un instrumento de persecución política", afirmó, recordando la reciente liberación de la exmandataria Jeanine Áñez, tras casi cinco años de prisión.
El presidente Paz Pereira prometió una "nueva política de hidrocarburos" y un rediseño del sistema judicial, al que definió como un eje central para restablecer la confianza ciudadana y atraer inversiones.
Antes de asumir, Paz Pereira mantuvo contactos diplomáticos con Estados Unidos y Paraguay, donde gestionó acuerdos energéticos y de financiamiento. Saavedra confirmó que la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC) y el Banco de Exportación e Importación de Estados Unidos (EXIM Bank) ya manifestaron su interés en invertir y financiar proyectos en Bolivia, marcando un viraje en la política exterior boliviana.
La periodista también destacó la reunión entre Javier Milei y Rodrigo Paz Pereira, que marcó el restablecimiento del vínculo bilateral tras años de distanciamiento. "La visita de Milei fue muy bien recibida en Bolivia; hubo mucha expectativa por escucharlo", comentó. Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de profundizar los lazos comerciales, energéticos y migratorios entre dos países históricamente unidos por su frontera norte.
Otro punto abordado por Saavedra fue el posible retorno de ciudadanos bolivianos que emigraron durante la crisis. Aunque reconoció que la recuperación económica demandará al menos tres años, resaltó que "muchos exiliados políticos y empresarios ya comenzaron a regresar, alentados por la promesa de seguridad jurídica e inversiones".
Entre ellos se mencionan figuras políticas como Luis Revilla, exalcalde de La Paz, y empresarios que habían abandonado el país por persecución o falta de garantías.
Según la periodista, el oficialismo cuenta con amplio respaldo parlamentario. En la Cámara de Diputados obtuvo 120 votos sobre 121 posibles, y en el Senado, 32 de los 36 escaños apoyaron al presidente. Esto permite prever una gobernabilidad sólida, aunque el verdadero desafío estará en la respuesta social frente a las medidas de ajuste.
Paola Andrea Saavedra concluyó que el país atraviesa un momento de esperanza, aunque con prudencia. "Todavía vienen tiempos duros, pero hay confianza en que las cosas puedan hacerse bien y Bolivia salga de esta crisis profunda", afirmó.