La oposición no consiguió este miércoles aprobar de manera definitiva la reforma al régimen de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). El proyecto, que buscaba imponer nuevas reglas de control legislativo sobre el Ejecutivo, deberá volver al Senado luego de no alcanzar la mayoría absoluta de 129 votos requerida para sancionar su artículo 3, que establecía un plazo de 90 días para que el Congreso trate los decretos presidenciales.

La votación de ese punto terminó 127 a favor, por lo que la iniciativa no podrá promulgarse hasta ser revisada nuevamente por la Cámara alta.

Entre los legisladores de Mendoza, la votación dejó algunas particularidades políticas. Los tres diputados de La Libertad Avanza (Facundo Correa Llano, Mercedes Llano y Álvaro Martínez) votaron en contra, en línea con el oficialismo nacional.

Más llamativa fue la postura de los radicales cornejistas Lisandro Nieri y Pamela Verasay, quienes también se opusieron al proyecto. Sus votos negativos fueron interpretados como un gesto hacia Javier Milei, que arribará este jueves a Mendoza, en medio de la alianza electoral entre LLA y la UCR provincial.

En contraste, Julio Cobos (UCR) y Lourdes Arrieta (Coherencia) votaron a favor de la reforma.

Del lado del peronismo, los diputados Martín Aveiro y Liliana Paponet acompañaron el proyecto, mientras que Adolfo Bermejo se ausentó del recinto por un problema de salud. Según fuentes legislativas, el maipucino comenzó a sentirse mal durante la sesión y fue atendido por los médicos del Congreso. "Estaba descompuesto y lo mandaron a reposar urgente", señalaron desde su entorno.

Aun con su voto positivo, la oposición no habría alcanzado el número necesario para aprobar la norma sin revisión. En total, 13 legisladores que habían apoyado la ley en general cambiaron su posición al momento de votar el artículo 3.

Durante el debate,Julio Cobos defendió la necesidad de limitar los DNU y fortalecer el control del Congreso.

"Nuestra Constitución establece un sistema de gobierno representativo, republicano y federal, con tres poderes y con atribuciones muy claras para garantizar mecanismos de contrapeso y control entre ellos", señaló.

El exvicepresidente advirtió que el hiperpresidencialismo argentino surge de las excepciones que la Constitución otorga al Ejecutivo.

"El artículo 76 prohíbe la delegación legislativa salvo en materias de emergencia, dentro de un plazo fijado. Y los DNU sólo pueden dictarse cuando las circunstancias excepcionales impiden seguir los trámites ordinarios para sancionar leyes", explicó.

Cobos subrayó que el actual sistema "convierte la bicameralidad en unicameralidad", ya que un decreto entra en vigencia con la aprobación de una sola cámara.

"Debemos equilibrar esta excepcionalidad y darle al DNU la misma jerarquía y control que tiene una ley tradicional", concluyó.