a niña de Filadelfia que jugaba a imaginar aplausos frente al espejo terminó conquistando Hollywood con una mezcla única de delicadeza, fuerza y misterio.
Antes de ser princesa, Grace Kelly fue una mujer que soñaba con un escenario. La niña de Filadelfia que jugaba a imaginar aplausos frente al espejo terminó conquistando Hollywood con una mezcla única de delicadeza, fuerza y misterio.
En cada papel, desde La ventana indiscreta hasta Atrapa a un ladrón, había algo de esa niña que buscaba un lugar propio en el mundo, sin saber que la fama y el amor la llevarían más lejos de lo que jamás imaginó. y también la alejarían para siempre de sí misma.
Nacida en 1929 en el seno de una familia acomodada, Grace no parecía destinada a la actuación. Su padre, un medallista olímpico, soñaba con verla en la alta sociedad; su madre, una mujer de carácter férreo, prefería la disciplina a la fantasía. Pero Grace tenía otra voz adentro, una que la empujaba a contar historias. Esa voz la llevó a Nueva York, a los escenarios, al cine. A los 24 años, ganó un Oscar y el corazón del público. A los 26, ganó también el de un príncipe: Rainiero III de Mónaco.
Su boda fue transmitida al mundo entero. La actriz que encarnaba la perfección se convertía, literalmente, en una princesa. Pero la vida detrás de los muros del palacio no era el cuento que parecía. Grace dejó de actuar, renunció a los guiones y al brillo del cine. "Mi vida es una película sin cámara", dijo alguna vez, en una frase que revelaba tanto nostalgia como resignación. Aun así, abrazó su nuevo papel con dignidad, convirtiéndose en símbolo de elegancia y compromiso social.
Grace Kelly vivió entre dos mundos: el del arte y el del deber, el de los sueños y el de las coronas. Su belleza era serena, pero su historia, profundamente humana. En septiembre de 1982, un accidente automovilístico en las colinas de Mónaco terminó con su vida a los 52 años, pero no con su leyenda.
Hoy, su nombre sigue brillando con esa luz que no apaga el tiempo. La de una mujer que fue actriz, princesa, madre, mito. Que tuvo todo lo que el mundo puede ofrecer. y sin embargo, como todos los grandes personajes de los cuentos, guardaba en el fondo del alma la nostalgia de aquello que había dejado atrás.

La multifacética modelo de 27 años es también vocalista de una banda con la que sorprendió y brilló luego de las semifinales del certamen de belleza.