La disputa por las tierras raras es anterior a la actual administración; China lleva años acumulando un control casi total sobre estos minerales como parte de su política industrial general.
La disputa por las tierras raras es anterior a la actual administración; China lleva años acumulando un control casi total sobre estos minerales como parte de su política industrial general.
La disputa por las tierras raras es anterior a la actual administración; China lleva años acumulando un control casi total sobre estos minerales como parte de su política industrial general.
Esto es lo que necesitas saber sobre las tierras raras.
Las tierras raras incluyen 17 elementos metálicos de la tabla periódica, entre ellos el escandio, el itrio y los lantánidos.
El nombre "tierras raras" es un tanto engañoso, ya que estos materiales se encuentran en toda la corteza terrestre. Son más abundantes que el oro, pero su extracción y procesamiento son difíciles y costosos, además de ser perjudiciales para el medio ambiente.
¿Para qué se utilizan las tierras raras?
Las tierras raras son omnipresentes en las tecnologías cotidianas, desde teléfonos inteligentes y turbinas eólicas hasta luces LED y televisores de pantalla plana. Son cruciales para las baterías de los vehículos eléctricos, así como para los escáneres de resonancia magnética y los tratamientos contra el cáncer.
Las tierras raras también son esenciales para las fuerzas armadas estadounidenses. Se utilizan en los aviones de combate F-35, submarinos, láseres, satélites, misiles Tomahawk y más, según un informe de investigación del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de 2025.
¿De dónde provienen las tierras raras?
El 61 % de la producción de tierras raras extraídas proviene de China, según la Agencia Internacional de Energía, y el país controla el 92 % de la producción mundial en la etapa de procesamiento.
Existen dos tipos de tierras raras, clasificadas por su peso atómico: pesadas y ligeras. Las tierras raras pesadas son más escasas, y Estados Unidos no tiene la capacidad de separarlas después de su extracción.
"Hasta principios de año, las tierras raras pesadas que extraíamos en California se enviaban a China para su separación", declaró Gracelin Baskaran, directora del Programa de Seguridad de Minerales Críticos del CSIS
Sin embargo, el anuncio de la administración Trump en abril sobre los altísimos aranceles a China trastocó este proceso. "China ha demostrado su disposición a instrumentalizar" la dependencia de Estados Unidos de China para la separación de tierras raras, afirmó.
Estados Unidos cuenta con una mina de tierras raras operativa en California, según Baskaran.
Beijing está utilizando las tierras raras como principal herramienta de presión en la guerra comercial, y sus últimas restricciones fueron un tema central de conversación durante la reunión entre Xi Jinping y Trump este jueves en la cumbre de la APEC en Corea del Sur.
A principios de este mes, China añadió cinco elementos de tierras raras "holmio, erbio, tulio, europio, iterbio y los imanes y materiales relacionados" a su lista de control, lo que exige licencias de exportación. Esto eleva a 12 el número total de tierras raras restringidas. China también exige licencias para exportar tecnologías sobre la materia.
No es la primera vez este año que las restricciones chinas a las tierras raras han enfurecido a Trump. En junio, Trump declaró en Truth Social que China había violado una tregua comercial al mantener Beijing los controles a la exportación de siete minerales de tierras raras y productos derivados.
Estos controles podrían tener un gran impacto, dado que Estados Unidos depende en gran medida de China para su suministro. Entre 2020 y 2023, el 70 % de las importaciones estadounidenses de compuestos y metales de tierras raras procedían de ese país, según un informe del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Las últimas restricciones chinas se interpretaron como una escalada drástica en la guerra comercial de Trump entre las dos mayores potencias económicas del mundo.

La monarquía se encuentra bajo una intensa presión para resolver el asunto del príncipe Andrés, en medio de una renovada indignación pública por sus vínculos con el fallecido delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein.