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Preparan la base de Guantánamo para recibir hasta 30.000 migrantes bajo la orden de Donald Trump

Durante el fin de semana fueron desplegados aproximadamente 200 efectivos militares, entre Marines y soldados y se instalarán tiendas aisladas en áreas vacías de la base para alojar a miles de expulsados por orden presidencial

Martes, 4 de Febrero de 2025

La base naval de Guantánamo Bay, ubicada en el sureste de Cuba, enfrenta una transformación significativa tras la orden del presidente Donald Trump de prepararse para albergar a hasta 30.000 migrantes deportados. Este cambio representa el mayor ajuste en las operaciones de la base desde que el Pentágono estableció allí una prisión tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Durante el fin de semana, aproximadamente 200 efectivos militares, entre Marines y soldados, llegaron a la base para reforzar la seguridad y comenzar la instalación de un campamento de tiendas de campaña destinado a los migrantes. Este nuevo asentamiento se ubicará en un área deshabitada de la base, lejos de las instalaciones existentes como la prisión, el supermercado y las viviendas familiares.

El cumplimiento de la orden presidencial implica un esfuerzo logístico masivo, ya que la base de Guantánamo Bay depende completamente de suministros enviados por aire y mar desde Estados Unidos. Según detalló The New York Times, los envíos regulares incluyen desde alimentos congelados y agua embotellada hasta materiales escolares y vehículos gubernamentales. Estos llegan en barcazas quincenales, mientras que frutas y verduras frescas se transportan semanalmente en vuelos refrigerados.

El aumento de la población en la base, que actualmente alberga a unas 4.200 personas, podría multiplicarse por diez debido al personal necesario para operar el campamento. Esto incluye no solo a los migrantes, sino también a las tropas y al personal de apoyo requerido para garantizar la seguridad y el funcionamiento del lugar.


Refuerzos militares ya se han desplegado en la base para construir campamentos con tiendas de campaña en zonas desocupadas


En respuesta a la orden, ya se han instalado 50 tiendas de campaña de color verde militar dentro de un área cercada con malla metálica, adyacente al Centro de Operaciones para Migrantes, un edificio tipo barracón que anteriormente albergaba a migrantes cubanos interceptados en el mar.

La capacidad y el manejo de los migrantes

A pesar de los preparativos en marcha, el The New York Times señaló que el Comando Sur, responsable de supervisar las operaciones en la base, no ha proporcionado detalles sobre la capacidad actual para recibir migrantes ni sobre los recursos adicionales que se enviarán. Tampoco se ha aclarado quién liderará la operación ni cómo se financiará este esfuerzo.

Un plan de 2017, obtenido por el medio, contemplaba la construcción de seis campamentos de tiendas de campaña con capacidad para más de 11.000 migrantes, además de un área para alojar a 3.640 efectivos militares. Este diseño incluía instalaciones básicas como duchas y baños construidos con bloques de cemento. Sin embargo, no se ha confirmado si este plan será implementado en su totalidad.


El complejo podría multiplicar su población con migrantes, tropas y personal de apoyo, complicando su gestión logística


El secretario de Defensa, Pete Hegseth, sugirió que algunos migrantes considerados peligrosos podrían ser detenidos en las instalaciones de la prisión de Guantánamo, que actualmente alberga a 15 prisioneros relacionados con la guerra contra el terrorismo, incluidos cinco acusados de planear los ataques del 11 de septiembre. Sin embargo, esta decisión aún no ha sido tomada oficialmente.

La base de Guantánamo Bay ya tiene antecedentes en la gestión de grandes flujos migratorios. Durante la década de 1990, en el marco de la operación conocida como Sea Signal, decenas de miles de migrantes cubanos y haitianos fueron alojados en campamentos temporales en la base. Según el general retirado Michael R. Lehnert, quien supervisó esas operaciones, en mayo de 1995 los campamentos llegaron a albergar a 25.000 personas, lo que obligó a cerrar la escuela local y evacuar a las familias de los militares durante siete meses.

En aquella época, los campamentos se instalaron rápidamente, incluso en áreas como el campo de golf de la base, y contaban con letrinas portátiles. Cada campamento, que albergaba a 1.500 migrantes, era vigilado por 200 efectivos militares. Además, se desplegaron equipos médicos, logísticos y fuerzas de reacción rápida para manejar posibles disturbios. Actualmente, los sitios utilizados en los años 90 han sido reasignados. Uno de ellos alberga las instalaciones de la prisión y el personal asociado, mientras que otro se ha convertido en el complejo judicial conocido como Camp Justice.