El presidente de EEUU reiteró su apoyo a Kiev tras el bombardeo ruso con misiles y drones, mientras Zelensky denuncia el uso de municiones de racimo
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tildó de "indignante" y "horrible" este jueves el ataque masivo llevado a cabo por las Fuerzas Armadas de Rusia durante la madrugada contra la infraestructura energética de distintas regiones de Ucrania.
"Este ataque es indignante y sirve como otro recordatorio de la urgencia e importancia de apoyar al pueblo ucraniano en su defensa contra la agresión rusa", señaló en un comunicado remitido por la Casa Blanca el que asegura que Washington está del lado de Ucrania ante un ataque perpetrado con alrededor de 200 misiles y drones.
Biden recordó que su administración ha trabajado "para ayudar a Ucrania a aumentar la resiliencia de su red energética" de cara al invierno y que el Departamento de Defensa "ha entregado cientos de misiles adicionales" para la defensa de Kiev, así como otro armamento crítico como "artillería, cohetes y vehículos blindados".
"Rusia sigue subestimando la valentía, la resistencia y la determinación del pueblo ucraniano. Estados Unidos permanece al lado de más de 50 países que apoyan la lucha por la libertad de Ucrania", dijo el mandatario estadounidense.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, denunció que parte de los misiles portaban municiones de racimo, un tipo de artefacto que "complica significativamente" la labor de los servicios de emergencia y de los operarios que buscan "mitigar los daños" provocados por los bombardeos.
En esta imagen, proporcionada por los Servicios de Emergencia de Ucrania el 19 de noviembre de 2024, rescatistas retiran los escombros de un edificio residencial destruido por un ataque ruso en Hlukhiv, Ucrania
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, especuló este mismo jueves con un posible ataque contra centros operativos de Ucrania en la capital, Kiev, incluso con el nuevo misil balístico desarrollado por Rusia, el Oreshnik, en el marco de una guerra que se prolonga ya por más de mil días.
La ONG Amnistía Internacional condenó la ola de ataques perpetrada por Rusia y dirigida principalmente contra infraestructura energética, advirtiendo de que este tipo de bombardeos representan un crimen de guerra y sólo contribuyen a empeorar condiciones de vida que ya son "insufribles".
Por otra parte, más de un millón de ucranianos se quedaron sin electricidad este jueves debido a un masivo ataque aéreo con misiles y drones lanzado por Rusia, que dejó a gran parte del país en la oscuridad y el frío.
"Hay cortes de electricidad de emergencia por todo el país debido al ataque del enemigo a nuestro sector energético. No hay fin a la vista", dijo Sergey Kovalenko, CEO de la empresa energética Yasno.
El ataque, que se produjo en la madrugada de este jueves, tuvo un alcance devastador, afectando principalmente las regiones del oeste de Ucrania, a cientos de kilómetros del frente de batalla.
"Hasta ahora, 523.000 suscriptores en la región de Lviv están sin electricidad", informó el jefe regional Maksym Kozytskyi. Además, otros 280.000 habitantes se quedaron sin energía en la región de Rivne, y 215.000 más en Volyn. A pesar de los esfuerzos por restablecer el suministro, la magnitud de los daños aún se estaba evaluando.
Andriy Yermak, jefe de gabinete de Zelensky, afirmó en un mensaje en Telegram: "Están continuando sus tácticas de terror, buscando sumergir a los civiles ucranianos en la oscuridad y cortarles la calefacción durante los meses más fríos del año".
Esta ofensiva, que se suma a la serie de ataques a infraestructuras civiles, es la undécima de este tipo en 2024, según el Ministerio de Energía de Ucrania.
A medida que las temperaturas caían a 0°C en muchas ciudades ucranianas, la situación se volvía aún más crítica para los ciudadanos. "Los ingenieros de energía están trabajando para garantizar esquemas de suministro de energía de respaldo donde sea posible. Ya han comenzado a restaurar el servicio donde la situación de seguridad lo permite", indicó el ministerio.