El Ejecutivo busca frenar la publicación de las grabaciones. El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó que intentan "desestabilizar al país en plena campaña electoral".
El Gobierno denunció este lunes ante la Justicia federal una presunta "operación de inteligencia ilegal" que tuvo como presunto objetivo "desestabilizar al país en plena campaña electoral" mediante la difusión de audios privados de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y otros funcionarios.
La presentación judicial fue acompañada por un comunicado oficial de la Casa Rosada, en el que se calificó el hecho como "un ataque planificadoque apunta directamente al núcleo de la democracia argentina".
"No se trata de una filtración casual", se remarcó, sino de una maniobra "clandestina" que habría incluido la captación de conversaciones en Balcarce 50, algo que el Ejecutivo consideró una "amenaza inédita a la seguridad institucional y a la investidura presidencial".
Desde el entorno presidencial advirtieron además que detrás de la maniobra existiría "influencia extranjera", con patrones de acción "similares a operaciones atribuidas a intereses rusos y chavistas".
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Una lluvia histórica azotó la provincia durante el último fin de semana, igualando el registro de precipitaciones más alto del invierno desde 1956. Granizo, nieve en el llano y evacuaciones marcaron un evento que superó todos los pronósticos.
"La campaña de desinformación busca generar caos y condicionar ilegítimamente las próximas elecciones legislativas y nacionales", se señaló en el comunicado, en el que también se pidió a la Justicia que adopte "medidas cautelares urgentes" para frenar nuevas filtraciones y "preservar la transparencia del proceso electoral".
El vocero presidencial, Manuel Adorni, ratificó la acusación en sus redes sociales. "El Gobierno denunció ante la Justicia Federal una operación de inteligencia ilegal con el fin de desestabilizar al país en plena campaña electoral", publicó en su cuenta de X.
"Se grabaron conversaciones privadas de Karina Milei y otros funcionarios, las que fueron manipuladas y difundidas para condicionar al Poder Ejecutivo. No fue una filtración. Fue un ataque ilegal, planificado y dirigido. Fin", escribió el portavoz de Javier Milei.
Entre los supuestos responsables identificados por el Gobierno figuran el periodista Mauro Federico, el conductor Jorge Rial -quien "hace pocas semanas declaró que había que espiar al Presidente"-, el empresario Pablo Toviggino y el abogado Franco Bindi, señalado como un "operador judicial vinculado a Fernando Pocino", exjefe de inteligencia.
"La Ley de Inteligencia Nacional prohíbe taxativamente a cualquier persona u organismo realizar espionaje político o manipular la opinión pública mediante actividades clandestinas", recordó el Ejecutivo en su denuncia. "Los responsables deberán rendir cuentas ante la Justicia", concluyó el Gobierno en su mensaje.
Fuente: TN.com