Bañarse también tiene su ciencia, y esta es la forma más adecuada de hacerlo, paso por paso.
El baño debe durar máximo 5 minutos
¿A quién no le gusta pasar un buen rato bajo el agua calientita? Pero disminuir el tiempo que tardás, además de ahorrar agua, es lo mejor para tu piel. No se recomienda alargar el baño porque la humedad excesiva la reseca.
El agua no es suficiente
El jabón acaba con la suciedad y mantiene un equilibrio entre la sequedad y la grasa cutánea. Buscá aquellos que tengan un pH de 5.5, ya que es el nivel alcalino adecuado para el cuidado del cuerpo. También podés usar productos que incluyan en su composición extractos de aceites vegetales.
No uses agua muy caliente
Es preferible que esté tibia o a no más de 30 °C. A temperaturas más altas, la piel se reseca e incluso puede llegar a cuartearse.
Empezá por la cabeza
Limpiar el resto del cuerpo de arriba a abajo es lo ideal. De esta manera te asegurás de eliminar todos los restos de jabón.
No es necesario lavarse el cabello a diario
Lo ideal, a no ser que por cualquier razón te hayas ensuciado mucho, es lavarlo cada tres día para mantenerlo sano, fuerte y sin frizz.
Refregá con cuidado
Usá las yemas de los dedos, no las uñas, para aplicar el shampoo, y masajeá el cuero cabelludo para favorecer su circulación.
Las orejas y el oído externo deben limpiarse diariamente
Lo podés hacer con agua y jabón, con la cabeza inclinada hacia el lado que se está lavando para evitar que entre agua.
Evitá las esponjas rígidas
Salvo casos aislados, basta con un leve masaje con la mano o una esponja extra suave para eliminar la suciedad.
No esperes para humectar
Hidratá la piel inmediatamente después de la ducha con una crema humectante, tras estar completamente seca.
No dejes humedad en tu piel
El secado es especialmente importante en axilas, entre los dedos de los pies e ingles para evitar la aparición de infecciones por hongos.
¿Doble baño?
En climas calurosos o al realizar una actividad física intensa, se puede hacer una segunda ducha, pero usando jabón sólo en las zonas que tienen mal olor o sudoración excesiva.