Los flavanoles, potentes sustancias antioxidantes del cacao puro, se relacionan con aportes saludables para quienes tengan un consumo moderado.
El chocolate puede formar parte de una dieta equilibrada siempre y cuando se vigilen las porciones y se opte por la preparación que tenga al menos un 85% de cacao puro. Así lo explica Álex Oncina, dietista-nutricionista, investigador de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la Universidad Miguel Hernández de Elche, quien indicó la cantidad de gramos diarios exactos de este tipo de chocolate para que sea un consumo saludable.
El cacao, el polvo soluble que se extrae de la semilla del árbol homónimo y que debería integrar mayoritariamente cualquier chocolate que se precie, es una sustancia amarga, cuyos beneficios cardioprotectores fueron demostrados. Además el chocolate negro -entendido como el más rico en cacao- es el más denso en flavonoides antioxidantes y antiinflamatorios, concretamente flavan-3-oles y sus oligómeros.
Ahora, un nuevo beneficio viene a sumarse a este consumo. 2,5 gramos diarios de polvo de cacao natural puro bastan para mejorar la agudeza visual en adultos jóvenes sanos y en condiciones de luz diurna, según se desprendió de una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del CSIC.
En el trabajo, publicado en el Journal of Functional Foods, se estudiaron los efectos de dos polifenoles dietéticos: los flavanoles del cacao y los antocianos de los frutos rojos. “A pesar de ser la hipótesis de partida, no se vio un efecto ni sobre la adaptación a la oscuridad ni sobre la agudeza visual medida en condiciones de iluminación baja -mesópica- ni con el cacao ni con los frutos rojos”, dijo María Cinta Puell Marpin, investigadora del Departamento de Optometría y Visión y directora del grupo Visión Aplicada de la UCM.
Los expertos atribuyen los efectos positivos en la agudeza visual fotópica a una mejora en la atención o en el procesamiento de la información visual debido a los flavanoles y a la teobromina -un grupo de alcaloides estimulantes del sistema nervioso central, similares a la cafeína en el café- del cacao.
Para llevar a cabo el estudio, los voluntarios ingerían un vaso de leche con cacao, frutos rojos o leche sola en tres visitas separadas por un periodo de lavado (tiempo para eliminar restos de cada alimento) intermedio. A las tres horas, se midieron sus niveles de polifenoles en orina. Para la medición de la agudeza visual, se utilizaron cartas de letras a cuatro metros de los individuos y con diferentes iluminaciones, una alta (fotópica) y una baja (mesópica). Asimismo, para la adaptación a la oscuridad, se utilizó un método psicofísico que mide la dinámica de recuperación de la sensibilidad posterior al blanqueamiento de los fotopigmentos de la retina
Antes de estas pruebas, se realizó una serie de encuestas y exploraciones oculares para demostrar que no existía ningún factor dietético o patología previa que pudieran producir algún error en el análisis de resultados y extracción de conclusiones. “Necesitamos realizar algún estudio más de prueba de concepto para confirmar que el efecto es real y que existe la posibilidad de aplicar los resultados al diseño de productos que puedan servir en la mejora de la agudeza visual y atención en poblaciones definidas”, concluyeron los expertos.