El pequeño se metió mientras jugaba y su mamá habló sobre el susto que se llevó: "Nunca imaginé que un niño de ese tamaño pudiera caber dentro de una máquina".
Lo que comenzó como una tranquila salida a cenar en São João de Meriti, cerca de Río de Janeiro, se convirtió en un episodio digno de comedia. y un poquito de susto. Heitor, un intrépido nene de 4 años, decidió que su lugar estaba dentro de la máquina de peluches, y no fuera de ella, como cualquier niño normal.
Mientras sus papás lo buscaban desesperados por la pizzería, un grupo de clientes les hizo señas. Al acercarse, la escena era digna de una película: Heitor, rodeado de peluches, seleccionando su premio como si estuviera en un spa de juguetes, completamente ajeno al drama que había generado. "Me asusté, jamás imaginé que una criatura de ese tamaño pudiera entrar en una máquina", contó su mamá, Luana Cardozo, todavía entre risas y miedo.
Afortunadamente, el pequeño explorador fue rescatado sin un rasguño y, desde entonces, la máquina de peluches no volvió a ser mirada con los mismos ojos: pasó de ser un simple juego a un hotel cinco estrellas para valientes de 4 años. La historia se viralizó, y los clientes no paraban de reír mientras recordaban al nene convertido en "rey de los peluches" por unos minutos, dejando claro que, cuando hay ingenio y curiosidad, incluso un aparato de arcade puede ser una aventura épica.

Un arresto en el municipio de San Juan Huactzinco, México, se volvió viral en las redes sociales debido a las inusuales declaraciones del sospechoso.