Argentina se hizo fuerte en el complejo terreno de Calama sin Lionel Messi y con el DT siguiendo el partido desde el predio de AFA. Supo sortear los contratiempos en base a una unión sorprendente y de la que hacen culto.

La racha de 28 partidos sin perder ya impacta y sorprende.  Pero su juego no convence ni seduce.

El ciclo de Lionel Scaloni, iniciado en el segundo semestre de 2018, parece estar cimentado en gruesas columnas que le permiten seguir ganando aún en noches donde es difícil encontrar algún futbolista que haya jugado por arriba de los siete puntos. El equipo siempre parece tener claro los lineamientos generales y ningún imponderable parece ponerlo a dudar.

La abundancia de puntos nunca ha sido motivo como para que este plantel se relaje. Las victorias llaman a más victorias y la confianza se multiplica. Esta vez, ante Chile, un par de chispazos pusieron al equipo dos veces arriba en el marcador y después, con más oficio que buen juego, se las arregló para sostenerlo.

Ante las dificultades, la falta de aire y la ambición rival, estos futbolistas siempre parecen tener tiempo de darle un repaso a la idea central del cuerpo técnico: no renunciar nunca al arco rival. Ahí está la clave de esta racha que empieza a ser descomunal. Hay ambición y, además, Argentina tiene la llegada fácil. Con un par de pases pone a un delantero o a un volante al borde del área y pasa a cobrar.

Hoy la serie invicta no se explica desde la movilidad, la solidez defensiva o la dinámica en ataque, sino por el compromiso para defender la idea ante las dificultades inesperadas.

Argentina es un equipo que prescinde por completo de las formas: solo parece importarle llegar a buen puerto. Los resultados parecen darle la razón, pero la pregunta es qué podría pasar en el Mundial si le toca medirse con un conjunto de un potencial mayor a los que viene enfrentando, que los habrá y mucho. En ese sentido, la final de la Copa Euroamericana que jugará el 1 de junio en Londres, ante Italia, asoma como una buena medida para tener otro parámetro de dónde está parado el equipo.

Habría que intentar considerar en su justa medida las caras de Argentina: valorar los aspectos positivos porque una racha de 28 partidos sin perder (18 victorias y 10 empates) no puede ser nunca fruto de la casualidad, y esperar una mejoría, un crecimiento; en fin, un salto de calidad, para que el viaje a Qatar se parezca más a una ilusión que a un acertijo.

Sin Messi, Argentina se hizo fuerte en Calama y venció a Chile

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El conjunto nacional le ganó a La Roja 2-1 con goles de Di María y Lautaro Martínez, por la fecha 15 de las Eliminatorias. La Albiceleste, ya clasificada al Mundial, estiró el invicto en la era Scaloni a 28 partidos.