Mini 1275 GT de 1972 fue un modelo icónico conocido por su agilidad y prestaciones deportivas en un tamaño compacto, considerado un auténtico deportivo en carreteras de montaña. 

El Mini 1275 GT fue el sustituto del popular Mini Cooper y se posicionó como el modelo más prestacional de su época en España. Destacó por su excelente manejo y su capacidad para mantener altas velocidades en carreteras sinuosas. 

    Rendimiento y Manejo: Los conductores y expertos de la época elogiaron su agilidad y precisión en la conducción, lo que lo hacía ideal tanto para la ciudad como para tramos de montaña. Su relación peso/potencia de 10,1 kg/CV contribuía a una experiencia de conducción emocionante y directa.
    Diseño y Espacio: A pesar de sus dimensiones compactas, una de las genialidades del diseño original del Mini, ideado por Alec Issigonis, era su interior espacioso, lo que lo hacía sorprendentemente práctico. El 1275 GT presentaba el frontal del Mini Clubman, lo que le diferenciaba visualmente de los Mini Cooper clásicos.

    Motorización: Montaba un motor de gasolina de 1275 cc que, en la versión para el mercado español fabricada por Authi, entregaba aproximadamente 63 CV de potencia. Este motor permitía una velocidad máxima de unos 140,3 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en aproximadamente 15 segundos.

    Consumo: El consumo de combustible variaba, situándose entre 9,3 y 10,5 litros a los 100 km en conducción urbana, y podía bajar a 7,5 litros a los 100 km/h a un régimen más constante.

El Mini 1275 GT es recordado como un coche que ofrecía un gran placer de conducción, especialmente en carreteras reviradas, gracias a su diseño ligero y su motor vivaz. 

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Está basado en el Kicks Play, del que se diferencia con diversas novedades.