Lo ideal se pelea con lo bueno en la política argentina: una semana áspera que terminó con alivio provisorio y promesas de futuro. Con respaldo externo, alivio para el campo y un tono más conciliador, el gobierno retoma el rumbo.
Mi hija de siete años tiene frío y quiere "su" campera. Se enoja e intenta un berrinche. Lo ideal sería tenerla. Busco rápido en el disco rígido una respuesta y le digo que lo bueno, por ahora, es no tener frío y le ofrezco mi saco. La escena es mínima. También guarda una verdad que le cabe al análisis del país donde también parece que lo ideal siempre se pelea con lo bueno.
La semana pasada fue la más áspera para el Gobierno. Caída de bonos. Rémoras de la derrota electoral bonaerense. Riesgo país en alza. Voces de desconfianza. Todo parecía indicar que estábamos en una curva peligrosa, de esas donde la política argentina suele patinar. Pero algo pasó. En la curva los neumáticos encontraron un poco de asfalto. Y el Gobierno, lejos de despistarse, sigue en carrera.
Un conjunto de gestos que cambió el clima
Ese algo no fue solo una mejora en el clima externo o una declaración perdida. Fue un conjunto de gestos. El respaldo del Tesoro de Estados Unidos, que habló de apoyar "todas las opciones de estabilización". La presentación de un presupuesto 2026 con aumentos en salud, educación y jubilaciones. Y, sobre todo, una decisión inesperada: la baja a cero de las retenciones al agro. Algo inédito en décadas.
Con esa jugada el Gobierno espera liquidaciones récord. Más dólares. Más recaudación. Más alivio para el Tesoro. También busca recuperar un vínculo político clave: el del campo, como actor económico y simbólico. El gesto huele a giro. A cambio de clima. Las repercusiones muestran que algo se relanza.
Ahí la idea de lo ideal empieza a mostrar matices. El superávit sigue siendo el norte. La disciplina fiscal, el ancla. Pero la política no se gobierna solo con brújulas. Hace falta olfato. Saber cuándo frenar y cuándo doblar. En un país donde ni el trazo grueso ni el detalle son lineales, todo se vuelve sinuoso. ¿Habrán entendido que la distancia más corta es la línea recta, pero la topografía política es voluble como el mar?
Lo ideal vs. lo bueno: la clave del equilibrio en Argentina
Lo ideal, en abstracto, es que no haya distorsiones ni subsidios ni privilegios sectoriales. En lo concreto, lo bueno puede ser darle oxígeno a los que producen para que el ciclo no se frene. Lo ideal es que todos entendamos la necesidad del ajuste. Lo bueno es que no duela tanto, o al menos que se vea una salida. Que no tengamos que cambiar la pregunta de cómo ordenar lo que hay por la de cuándo conseguir algo para vivir. Lo ideal es decir siempre la verdad sin filtro. Lo bueno es hacerlo sin que se sienta humillación.
Esa es la clave que empieza a insinuarse en los discursos del oficialismo. "Lo peor ya pasó". Una frase simple, casi de consuelo. En Argentina pesa mucho y está cargada de historias que no terminaron bien. No es poco que la hayan dicho. Sonaba justo antes de que lograran tomar la curva peligrosísima del lunes. Ahora empieza a tener sentido. La política no se construye solo con razón. Necesita expectativas. Si las expectativas se caen, ni el mejor presupuesto alcanza.
¿Está todo resuelto? Para nada. Los mercados siguen tensos. La inflación sigue viva. Los sueldos siguen cortos. Pero algo vuelve a moverse. Un intento de recomponer el contrato emocional con la sociedad. Ese que no se firma, pero se siente. Que no exige perfección, pero sí humanidad. Que no pide magia, pero sí un poco de sentido. Sentido de orientación y sentido de ser. Y, también, necesita sentido común, que en la vorágine de la gestión pública nunca sobra.
Así como mi hija no necesitaba la campera perfecta, sino dejar de tener frío, muchos hoy no piden un país ideal. Piden uno que funcione. Que no los castigue por completo mientras se hacen ajustes demorados por años. Que les permita creer, aunque sea un poco. Esa mínima tracción en la curva puede hacer la diferencia y permitir volver a la pista. En eso estamos.

El ministro de Gobierno de Mendoza explicó la postura oficial frente a las recientes protestas de taxistas en la provincia por la competencia de las aplicaciones de transporte.