Mercedes, abuela de la joven, pidió "que los encierren de una vez" y describió tensiones previas entre Cecilia y su suegra, Marcela Acuña. César Sena está juzgado por homicidio triplemente agravado. La familia sigue el debate con expectativa y dolor.
La familia de Cecilia Strzyzowski atraviesa la segunda semana de audiencias con angustia y expectativa por una pronta definición judicial. "Estoy ansiosa por que los encierren de una vez", expresó Mercedes, la abuela de la víctima, desde su casa, donde la pareja llegó a convivir.
En diálogo con el periodista Sergio Farella, Mercedes lamentó el crimen: "Le truncaron la vida a una chica emprendedora, inteligente, con visión de futuro". La mujer recordó que, desde el inicio de la relación, Marcela Acuña -madre de César Sena- no aceptó a Cecilia. Según su testimonio, la joven rechazó integrarse a actividades políticas propuestas por su suegra, lo que derivó en choques frecuentes.
Pese a las fricciones, la abuela señaló que la pareja se mostraba "aparentemente perfecta" y evocó gestos recientes de César hacia Cecilia -un tatuaje con su nombre y un ramo con una tarjeta- ocurridos una semana antes del femicidio. "¿Qué iba a pensar que, a la semana, la iba a matar?", se preguntó.
Mercedes recordó que, tras la boda, alojó a la pareja durante nueve meses en un anexo de su vivienda, ante la falta de un hogar propio. Relató, además, que la primera noche estuvo marcada por tensiones familiares y que, un mes antes del crimen, notó a su nieta "apagada", un cambio de ánimo que la preocupó.
Para la abuela, todos los imputados en el juicio "son cómplices" y espera que el tribunal lo confirme. "No veo la hora de que se pudran en la cárcel", enfatizó.
El proceso oral continúa con la declaración de testigos y la incorporación de pruebas documentales y periciales. César Sena enfrenta cargos por homicidio triplemente agravado, en una causa que mantiene en vilo a la comunidad y a los allegados de Cecilia, quienes aguardan penas ejemplares.