Analistas Por Luis Majul

¿La peor semana del gobierno?

El presidente y el equipo económico esperan días de igual o mayor volatilidad que en las últimas tres semanas, mientras buscan como herramientas cerrar el acuerdo con el FMI y negociar con los Estados Unidos un arancel cero para productos de exportación


Lunes, 7 de Abril de 2025

¿Podría considerarse a la que pasó como la peor semana de Javier Milei? ¿O la semana que viene podría resultar peor todavía? Lo que sí se sabe es que el presidente está tratando de salir "por arriba, hacia adelante".

Junto con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el canciller Gerardo Werthein, Milei está tratando de conseguir, en el menor tiempo posible, las dos de las herramientas que, según ellos, permitirían a la Argentina seguir bajando la inflación y la pobreza, mantener a raya el tipo de cambio y consolidar el crecimiento económico.

En el medio, y hasta por lo menos el 21 de abril, el presidente y el equipo económico esperan días de igual o mayor volatilidad que en las últimas tres semanas, con los dólares financieros por encima de los 1.300 pesos y otra suba considerable del riesgo país, que la semana pasada casi tocó los 1000 puntos.

Porque este viernes, las acciones de las empresas argentinas en Wall Street cayeron hasta el 12 por ciento. Por otra parte, el riesgo país subió 67 unidades, hasta los 925 puntos básicos, en el medio de una caída de los mercados de todo el mundo, después de los anuncios de Donald Trump.

Estos son los límites reales que tiene el gobierno, y Milei lo sabe

Por eso desde las cuentas libertarias desempolvan al Milei "racional". El que prefiere decir "una verdad incómoda" antes que "una mentira confortable".

El otro límite es político. Y durante la semana que pasó, el "sistema", a Milei, se lo dejó bien en claro.

Después de un año de presión sobre el Senado, que incluyeron negociaciones secretas y fallidas, no con Cristina Kirchner sino con algunos de sus emisarios, como Eduardo Wado de Pedro, la Cámara Alta rechazó los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla. Y lo hizo con un dato muy sugestivo. Dato que habla más de lo runfla que son los kirchneristas que de lo impotentes que resultaron los estrategas de la Libertad Avanza para imponer a ambos candidatos. El académico obtuvo más rechazos que el juez federal. 51 uno y 43 el otro.

Fue, sin duda, una evidente derrota política. Pero desde la Oficina de la Presidencia trataron de imponer la idea de que todos, incluido el Pro que lidera Mauricio Macri, se confabularon para esmerilar al gobierno. Incluso la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue más allá y habló de "golpe parlamentario".

Lo del golpe, esta vez, no parece tener mucho sustento. Primero, porque Macri anticipó desde un principio que él estaba en contra de la propuesta de Milei de designar a Lijo.

Segundo, porque dirigentes como Luis Juez se lo dijeron, igual que Macri, al presidente, en forma personal. Incluso el senador, en su momento, le anticipó el desgaste político al que se vería sometido, si no retiraba los pliegos tanto de Lijo como de García-Mansilla.

A esta hora, García-Mansilla terminaría renunciando, para no desgastar su propia imagen, y no meter en un berenjenal a toda la Corte Suprema de Justicia.

¿Habrá llegado el momento, para Milei, de barajar y dar de nuevo?

¿Estará evaluando, el presidente, la semilla de la duda que plantó en la narrativa libertaria Mauricio Macri, cuando dijo que "la falta de apego a la institucionalidad comienza a afectar el programa económico"? Es tarde para saberlo. Porque La Libertad Avanza, por lo menos en la Ciudad, está en modo campaña. Y nada hace suponer que las críticas hacia el Pro amainen. Al contrario: todo indica que, hasta el 18 de mayo, se van a intensificar cada día más.

Ya vimos cómo, durante las últimas horas, el jefe de gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, puso de manifiesto que, según él, Manuel Adorni no conoce la ciudad. A lo que el vocero del presidente le respondió con un tuit. "Bastante extraño: yo sí efectivamente vivo desde hace muchos años en la Ciudad de Buenos Aires, a diferencia del exintendente bonaerense. Fin".

Y el viernes pasado, Mauricio Macri, Jorge Macri y María Eugenia Vidal, entre otros, participaron del lanzamiento de su primera candidata, Silvia Lospenatto.

Mientras tanto, hoy a la mañana el presidente se metió de costado en la campaña, reposteando un texto de Javier Lanari, subsecretario de prensa de la presidencia.

¿Hasta donde llegará el nivel de los ataques?

Milei dice que el que empezó primero fue Jorge Macri, al desdoblar la elección y anticipar la competencia. También dice que, antes que eso, el jefe de Gobierno lo provocó, en forma personal, contratando al catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, el mismo que, según Milei, ideó la campaña sucia contra él durante las presidenciales de octubre de 2023.

Pero Jorge Macri y sus asesores sostienen que quien disparó primero fueron Milei y la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, haciendo que Pilar Ramírez y otros votaran en contra del presupuesto presentado por el Gobierno de la Ciudad. "Mientras le dábamos apoyo para la Ley Bases y el DNU para el acuerdo con el Fondo, ellos nos bombardeaban la casa", me dijo una altísima fuente, cercana al jefe de Gobierno.

¿Serán conscientes, tanto Javier Milei como Mauricio Macri, que una palabra de más puede poner en riesgo no solo el rescatable vínculo personal que todavía mantienen sino también un eventual triunfo en la provincia de Buenos Aires?

En su fuero íntimo, Milei teme que una escalada verbal termine perjudicando a La Libertad Avanza de una manera parecida a la que dañó al Pro aquella interna entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.

La gran ventaja del oficialismo, por ahora, es que enfrente, a nivel nacional, no tiene un competidor fuerte y digno. Al contrario. Es tan paupérrimo el nivel de debate entre Cristina Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa, que parece difícil que sean tomados en serio por cualquiera. Sean libertarios o kirchneristas. Radicales o del Pro.

De hecho, una cuenta cercana al ex superministro de Economía subió este video de hace algunas horas.

Más caradura no se consigue ¿no? Porque Massa es el mismo que, junto a Alberto Fernández y Cristina Kirchner, se gastaron tres PBIs para montar la campaña electoral más cara de la historia, con la intención de defender el peor gobierno de la historia.

Tan berreta es el nivel de la discusión, que salió el impresentable de Juan Grabois a dar clase de estrategia política, mientras hacía que le daba un chirlo en la cola tanto a Cristina como a Kicillof, en otro tremendo viaje supersónico hacia su propio ego.

Menos mal que cada vez que Grabois intenta meterse en la interna para mojar el pancito del poder, salta otro impresentable como él, Luis D"Elía, a tirarle factos por la cabeza. D"Elía arranca duro y parejo, con un "Ché, Grabois, bocón".

Pero nada esto debería servir como consuelo para el oficialismo. Al contrario. Sin ir mas lejos, el próximo martes deberá enfrentar, en Diputados, una sesión especial para debatir una comisión investigadora del caso $Libra, junto con la posibilidad de restaurar una nueva moratoria previsional que siga desfinanciando el sistema.

Y mientras tanto, deberá analizar cómo hacer frente a un probable escenario de recesión mundial que ya está afectando los precios del petróleo y de la soja, dos de los productos que más exporta la Argentina.